Esta campaña nació como una propuesta alternativa de lucha. Quería
hacer llegar a la ciudadanía la información que los medios de comunicación,
cautivos de los políticos que nos gobiernan, silencian o reducen, sobre uno de
los campos en los que se están cebando con los llamados recortes: la Educación
Pública.
No se trata sólo de una reivindicación laboral por unas condiciones de
trabajo o por el deterioro físico de nuestros centros, que también. Es una
movilización que nos afecta a todos como ciudadanos de un Estado que no será
“social y democrático de derecho”, tal y como lo proclama nuestra Constitución,
si no se mantiene firme un sistema de enseñanza general, pública, inclusiva y
de calidad, como garante de la igualdad de oportunidades a la que todo el mundo
tiene derecho.
Todo eso están poniendo en peligro, y con ello la cohesión social de
nuestro país. Y sin embargo, ante este desastre, corremos el riesgo de
acostumbrarnos, de verlo inevitable, de cansarnos de quejas que no llegan a
ningún sitio, mientras apenas notamos el respaldo de la ciudadanía que debería
de ser consciente y movilizarse contra esta agresión. La sociedad está
adormecida, atemorizada o desmovilizada por muchos motivos, y debemos informar
de lo que pasa para que reaccione.
Esto es sólo el principio, un principio modesto que empezó en una
asamblea local en la Vila Joiosa, cuando nos cuestionábamos por qué no
encontrábamos respaldo social apenas a nuestras movilizaciones. Es evidente que
la población no es realmente consciente de lo que pasa y de cómo nos va afectar
a todos. Con esa verdad incómoda pretendíamos llegar a los sectores más
cerrados, más desinformados a través de los medios que más frecuentan, sobre
todo la televisión. Y si los medios no nos daban espacio, lo compraríamos.
Para ello, lanzamos una campaña de recaudación de donaciones de 10
euros a través de los centros de enseñanza de la Comunidad Valenciana en Mayo,
que se adormeció con el verano. En Septiembre, no teníamos la cantidad que
habíamos presupuestado para la ambiciosa campaña de televisión, pero habíamos
conseguido que más de 850 personas se sumaran a la iniciativa a través del boca
a boca. Esperábamos que algún colectivo más amplio asumiera la tarea compleja
de relanzar y sacar la campaña a flote, pero el otoño ha sido muy duro cómo
preveíamos y había muchos frentes abiertos. Al final decidimos en una asamblea
comarcal de la Marina Baixa seguir adelante, invertir lo que teníamos en una campaña de radio y prensa de una
semana y esperar a ver qué pasaba.
Ahora queremos que este espacio sirva para dar continuidad a la
iniciativa, que se difunda a través de esta página y se multipliquen las
aportaciones para mantener la campaña de información.
A partir de aquí, si la propuesta tiene la repercusión que esperamos,
debería de continuarse esa línea de actuación, pero si queremos que esto crezca
y llegue más lejos, no podemos gestionarlo como hasta ahora: hay que hacerlo
a mayor escala, con una dirección más
representativa y eficaz, utilizando como marco, por ejemplo, las plataformas
que agrupan a sindicatos, AMPAS y otros colectivos.
Esto es un asunto de todos. Si te convence, difúndelo y colabora.